La copa menstrual, es un gran recurso para reemplazar las toallitas o tampones durante la menstruación, siendo una opción más cómoda, económica y ecológica. La copita es fácil de usar, mantiene la humedad natural de la vagina, ya que es más fácil ubicarla en comparación con los tampones. Otro beneficio es que no deja olor: como la sangre no entra en contacto con el aire, no hay oxidación, el responsable del olor.
La copa menstrual debe elegirse de acuerdo con la altura del cuello uterino y la intensidad del flujo menstrual, y se puede cambiar cada 8 o 12 horas. Es importante que la copa esté colocada correctamente, ya que esto evitará fugas.
Cómo usarla
Las copas menstruales pueden ser utilizadas por todas las mujeres, sin embargo es importante que las niñas vírgenes hablen primero con su ginecólogo para que determinen cual es la copa más adecuada. Además, las copas se pueden utilizar en todo momento, en la playa, para hacer deporte o en la piscina, e incluso se pueden utilizar para dormir siempre que no superes las 12 horas de uso.
En general, el colector menstrual se puede utilizar durante 8 a 12 horas, sin embargo, cuando el flujo de la mujer es muy intenso o cuando se nota una pequeña fuga, puede ser necesario cambiar el colector antes de este período.
Cómo colocarla correctamente
Al igual que el tampón, la copa menstrual está solamente indicada durante la menstruación. Para colocarla, simplemente siéntate en el inodoro con las piernas bien abiertas, dobla la copita como se indica en el paquete e insértala plegada en la vagina, de modo que el tallo de la copa quede afuera. Luego, gírala para asegurarte de que esté asentada y libre de torceduras.
Para verificar que se haya abierto correctamente y esté aspirando, puedes sostener la punta o el eje del colector menstrual y girarlo lentamente. La posición correcta para las copas menstruales es más cerca de la entrada del canal de parto, no en la parte inferior como con los tampones.
Cómo quitarla correctamente
Cada 8 o 12 horas, el recolector menstrual debe retirarse de la siguiente manera:
Siéntate en el inodoro, haz pipí, seca tu vulva y luego abre las piernas;
Inserta el dedo índice en el lateral, entre el colector y la pared vaginal, para retirar el vacío, facilitando su extracción;
Tira de la parte final o varilla del colector, hasta que salga;
Verter la sangre en el inodoro y lavar el colector con abundante agua y jabón adecuado para la región íntima con pH neutro, secando al final con papel higiénico.
Si tienes dificultades para retirar la copa, puedes optar por permanecer agachada en el piso del baño, ya que esta posición puede facilitar el acceso al colector menstrual. Una vez limpio y seco, el colector está listo para ser reinsertado.
Cómo elegir el recolector menstrual
El colector menstrual puede variar según el tamaño y la consistencia y, por ello, es importante prestar atención a algunos factores a la hora de elegir la copa, como la altura del cérvix y la intensidad del flujo menstrual, por ejemplo. Así, para elegir, es importante tener en cuenta:
- Altura del cuello uterino
Para saber su longitud, en el baño después de lavarte las manos y la zona íntima, debes introducir el dedo en el canal vaginal, hasta que toque una estructura redondeada que será tu cérvix. Esta prueba debe realizarse preferiblemente durante el período menstrual, ya que su posición puede cambiar ligeramente según cada mujer. La otra opción es visitar a tu ginecólogo para definir cual es la mas apropiada para tu cuerpo.
Para cuello uterino corto: lo ideal es un colector más corto
Para cuello uterino alto: lo ideal es un colector más largo.
- Intensidad del flujo menstrual
La intensidad del flujo menstrual ayuda a decidir el ancho y en consecuencia la capacidad del colector:
Para flujo menstrual abundante: procura un colector más ancho y grande;
Para flujo menstrual medio: procura un colector de tamaño medio
Para flujo menstrual débil: procura un colector más pequeño y más corto.
Para evaluar la intensidad del flujo, es necesario observar la frecuencia con la que te cambias la toallita o el tampón. Si el cambio debe realizarse cada 2 o 3 horas, el flujo se considera intenso, y cuando no es necesario cambiarlo antes de las 4 o 6 horas, el flujo se considera débil.
- Otros factores
Además de la altura del cuello uterino y la intensidad del flujo menstrual, también es importante considerar otros factores como la fuerza de la musculatura pélvica, si tienes una vejiga más sensible, si realizas actividades físicas que fortalezcan la musculatura pélvica. como el Yoga o Pilates, por ejemplo, si eres virgen o si ya has tenido hijos.