Es importante enseñarles a los niños hasta dónde un adulto u otro niño los puede tocar. Deben reconocer cuando les hacen caricias y cuando los tocan; su cuerpo y privacidad. Lo importante es orientarlos para que sepan qué hacer cuando alguien los toca de alguna forma que a ellos no les guste.
Estos son los puntos clave para empezar la prevención en casa:
- Los niños y niñas no deberían permitir que otros niños o adultos toquen partes de su cuerpo que cubren con la ropa interior.
- Los hijos no deben de tocar otros niños, niñas o adultos en las zonas del cuerpo que tampoco se deben dejar tocar.
- Tu cuerpo es tuyo. Esto quiere decir que nadie te puede tocar sin tu permiso.
- Cuando se les enseñe los nombres correctos de los genitales, ayudará a reconocer que lo “privado” tiene nombre, no solo apodos. Al hacerlo, los empoderamos para que puedan hablar y se les crea.
- Los niños pueden decir NO a un beso o caricia, incluso de un ser cercano o familiar y se debe respetar ese NO.
- Enseñar que hay formas buenas y malas de tocar. Hay que demostrarles que aunque sean personas cercanas, las formas de tocar no siempre son las adecuadas. Aquí se les puede enseñar con demostraciones: cuál es una caricia y cuál no lo es; dónde se puede o no, siempre el límite será la ropa interior.
- Explicarles que hay secretos malos y buenos. Generalmente, cuando hay abuso sexual, el abusador le pide al niño que guarde el secreto. Por esto es importante explicarles que cuando el secreto les incomoda, asusta o pone triste, ese secreto no es bueno y pueden y deben contarlo a quien tengan más confianza.
- Darles la confianza de hablar de sexualidad en casa. No importa la edad, lo importante es darles la libertad de hablar de estos temas para que, si se diera un problema, tengan la confianza de dar la queja o expresar cómo se sienten con las caricias de otras personas.
- Que ellos sepan, reconozcan y tengan la confianza que los papás le creerán cuando lleguen a reconocer el abuso, tocamientos o secretos.
- Tener el grupo de adultos de confianza. Los niños deben conocer a qué adultos pueden acudir cuando haya un problema y los papás no estén cerca.
- Siempre hay que invitarlos a que cuenten detalles como qué niños o adultos dan regalos o piden guardar secretos. Recordarles que sí se les creerá sobre lo que digan.
- Recordar siempre reglas simples respecto a los extraños: no subir a carros de desconocidos, no aceptar regalos o dulces de personas que no conozca.
Es importante recalcar que la plática de prevención con los hijos no debe ser solo una vez; esta se debe repetir varias veces, hacerles preguntas para saber si han comprendido las instrucciones y diferencias. Un ejemplo de estas pláticas de prevención puede ser el hacer representaciones “teatrales” donde ellos entiendan las caricias malas, o los secretos malos.
El amor, comprensión y empatía son los elementos fundamentales que ayudarán para que ellos lleguen a tener la confianza y deseo de compartir lo que le va pasando.
Yoshi Alcalá
Psicóloga Clínica con Maestría en Sexología Educativa