Independientemente del Alzheimer y otras enfermedades que aparecen con la vejez, una cosa es segura: el cerebro de todas las personas envejecerá y sufrirá al menos un poco. A partir de los 35 años nuestra velocidad de procesamiento disminuye, por lo que algunas personas ya pueden notar los primeros signos de retraso en recordar alguna información alrededor de esa edad. La buena noticia es que este proceso se puede retrasar e incluso revertir hasta cierto punto. El secreto parece estar en mantener la mente activa y estimulada. Si tomamos algunos hábitos que desafían la capacidad de respuesta del cerebro, podemos hacerlo más ágil para adaptarse a estos cambios del envejecimiento. Te traemos 5 de las mejores maneras para ejercitar la memoria y cuidar de tu salud mental:

•  Haz yoga o medita

Un estudio reciente reveló que hacer yoga regularmente puede preservar áreas del cerebro relacionadas con la memoria. El estudio analizó a 42 ancianas con los mismos hábitos y condiciones de salud y encontró que, entre las adeptas al yoga, tenian la corteza prefrontal más gruesa, relacionada con funciones como la memoria, que almacena información importante en un corto espacio de tiempo.

• Muevete

Esta es una de las mejores formas de no sucumbir a los olvidos. La actividad física se asocia con la formación de nuevas neuronas y una mejora de la respuesta cardiovascular, que también es importante para el cerebro, que depende de un buen riego sanguíneo. Además, el ejercicio regular puede aumentar el volumen del hipocampo, el área que almacena y procesa los recuerdos. Las actividades aeróbicas, como correr y nadar, parecen ser las más beneficiosas en este sentido, pero es interesante combinarlas con ejercicios de resistencia, como pilates y musculación.

• Ejercita la mente con rompecabezas

Vale la pena dedicarse diariamente a resolver crucigramas, sudoku, ajedrez y otros juegos que provoquen el intelecto, incluidos los videojuegos. Si ya estás acostumbrado a alguna de estas actividades, busca otras. Conservamos el cerebro por más tiempo cuando nos enfrentamos constantemente a nuevos retos. Nunca dejes de aprender ya que,  cuando aprendemos algo, se forman nuevas conexiones entre las neuronas y la memoria se ejercita como nunca antes, después de todo, necesitamos escuchar, procesar y almacenar nueva información.

• Enriquece tu menú

La lista de ingredientes beneficiosos es larga, pero la dieta mediterránea es uno de los principales aliados del cerebro. Incluye aceite de oliva, cereales, legumbres y hortalizas, pero prioriza principalmente el pescado frente a la carne roja. El consumo regular de pescado, unas tres veces por semana, le añade al organismo un buen aporte de omega 3, grasa buena que favorece la memoria. Un estudio realizado por la Universidad de Alberta demostró que cuando esta sustancia está presente en cantidades suficientes en el cerebro, las células del hipocampo se comunican mejor. Los flavonoides, presentes en el cacao, las frutas y muchas otras verduras también juegan aquí un papel importante. Para que te hagas una idea, un estudio estadounidense de 2012 demostró que el consumo regular de frutos rojos retrasaba hasta 2,5 años el deterioro cognitivo de las mujeres mayores.

• Duerme bien

Es durante el sueño que se consolidan los recuerdos. Es decir, mientras dormimos, el registro de todo lo que aprendemos y experimentamos durante el día se estabiliza en el hipocampo, desde donde se puede recuperar la información cuando se vuelva a necesitar. Y no basta con cerrar los ojos, el sueño debe ser de calidad. La evidencia muestra que, mientras que aquellos que duermen bien tienen menos probabilidades de sufrir deterioro cognitivo, por otro lado, la apnea del sueño aumenta el peligro de demencia. El efecto es acumulativo y puntual. No es de extrañar que una mala noche de sueño a menudo se refleje en la dificultad para recordar cosas simples y un pensamiento más lento al día siguiente.

Y ahora que conoces algunos consejos para mejorar tu memoria, ¿Qué hábito vas a comenzar a incorporar en tu rutina diaria?