A nivel vital, existe una realidad. Tú eres la única persona que va a estar a tu lado desde el momento del nacimiento hasta la muerte. Sin embargo, es curioso, cómo en más de una ocasión nos negamos a nosotros mismos, nos damos la espalda a través de pensamientos negativos y también, cuando posponemos decisiones importantes para el futuro. Del mismo modo, puedes darte la espalda cuando vives de cara a la apariencia y ocultas tu verdadero modo de ser por el miedo al qué dirán.
¿A qué esperas para empezar a ser tu mejor amigo?
En primer lugar, por higiene mental, es positivo que hagas las paces y que te reconcilies contigo mismo y con tu pasado. No puedes avanzar con libertad hacia el futuro si sigues pegado a esos errores que te hacen sentir mal contigo mismo.
Observa la maravilla del universo. Contempla el cielo estrellado en una noche de verano. Tú también eres una parte muy importante de este universo cargado de belleza. La vida de las personas que te quieren no sería la misma de no haberte conocido.
Asume tus defectos con naturalidad y averigua cuál es tu talento interno, ese don que te hace especial, único e irrepetible. Una vez que ya sepas qué te diferencia de los demás, puedes explotar ese talento a nivel profesional para hacerte un espacio a nivel laboral.
Puedes escribir en un diario para practicar la introspección y tener momentos de calma y de tranquilidad contigo mismo. En la sociedad del siglo XXI marcada por el exceso de obligaciones y por la prisa, es vital por pura salud, parar y desconectar.
Deja de estar todo el tiempo conectado y disponible para los demás. Apaga el teléfono móvil varias horas al día. Y no enciendas el ordenador en todo el fin de semana. La dependencia de las tecnologías es un problema real de nuestro tiempo.
Disfruta del cine puesto que una buena película con un argumento humano te ayuda a mirar dentro de ti mismo. Existe una gran empatía entre el espectador y el argumento de una historia. También es posible disfrutar de una película en casa, sin embargo, el encanto del cine es mucho más profundo en pantalla grande.
Acepta los piropos y elogios de la gente que te conoce con naturalidad. No restes importancia a esos mensajes de afecto y di, simplemente: gracias.
Observa fotos de cuando eras un niño. Disfruta de la belleza de ese bebé que sigue dentro de ti a través de ese niño que busca protección.
Tú eres la persona más importante de tu vida, no se trata de un mensaje egoísta sino realista. Tener claro este mensaje te ayuda a no caer en relaciones de dependencia.
Hazte valer y respetar en las relaciones personales. Aprende a decir no y recuerda que no todo vale.
Maite Nicuesa Guelbenzu
Licenciada y Doctora en Filosofia