Esos zapatos favoritos que deseamos no se dañen nunca, estamos seguros que tendrás al menos un par.
Y ni que decir de esos que son tan cómodos que desearíamos usar en todo momento, el grado de confort que nos brindan es tal que desearíamos sean eternos.
¿Te identificas? Sabemos sin duda que así es, la mala noticia es que no son interminables, sean de marca conocida, de diseñador o comprados en la tienda de la esquina, todo llega a su fin.
Hoy en Claro Mujer queremos facilitarte algunos consejos para minimizar el desgaste de todos tus zapatos, y por supuesto de esos zapatos favoritos.
No importa de qué material estén hechos, te decimos como cuidarlos todos. Porque sabemos que ¡amas tus zapatos!
Desinfecta tus zapatos con frecuencia: existen productos en spray especiales para desinfectar el interior de los zapatos, además de limpiarlos a profundidad y evitar la formación de hongos, tendrán un aroma agradable
No uses siempre los mismos zapatos: Los zapatos deben airearse y deshumidificarse, para lograrlo no utilices los mismos zapatos por dos días seguidos.
Compra zapatos de tu talla: Si son demasiado pequeños los dedos del pie se contraen y el dedo índice tocará la punta. Te dañará los pies y los deformará.
Si son demasiado grandes, cuando camines el pie se levantará. No estarán bien sujetos y corres el riesgo de torcerte el tobillo. En este caso el tamaño sí importa, así que ´busca asesoría antes de comprarlos.
Pon atención al estado de las suelas: Muchos zapatos permiten cambiar sus suelas y prolongar así la vida de tus zapatos. Mejor si las cambias cada uno o dos años y si estas son antideslizantes
Piel:
La piel hay que hidratarla como lo hacemos con nuestra propia epidermis. Puedes lavarlos con un trapo suave para eliminar las manchas superfluas. Para hidratarlos, puedes utilizar un trapo con el desmaquillante que usas a diario, límpialos y déjalos secar.
Puedes conseguir también productos especiales en zapaterías para este tipo de material; encerarlos rápidamente no es una buena opción.
Si vas a aplicar un betún del mismo color o incoloro, sacúdeles el polvo antes y déjalos secar antes de usarlos.
Terciopelo:
Es más frágil que la piel por lo que su cuidado es más delicado. No hay que encerarlo pero existen cremas para limpiar manchas en este tipo de zapatos. Utiliza siempre un trapo suave seco o ligeramente humidificado o una goma especial para ello.
Piel sintética:
Es menos frágil que la piel natural. Limpiar con un trapo húmedo o con un cepillo suave. Dar cera o betún e impermeabilizar
–Charol:
Como es muy brillante es fácil que queden restos en él. Lavar con una esponja y agua enjabonada. Para las manchas utilizar un trapo empapado de disolvente sin acetona (el que se utiliza para las uñas).
El lugar de almacenamiento es importante:
Para lograr minimizar el desgaste de los zapatos necesitas proteger el calzado de la humedad y guardarlos en un lugar limpio y seco.
Lo ideal sería guardarlos en su propia caja o en una funda cuando termine la temporada; para que el zapato mantenga su forma original y se pliegue lo menos posible puedes utilizar una horma de madera lo cual puede salirte un poco costoso, o bien llénalos de papel periódico, o seda esto te ayudará a que mantengan su forma original.