La edad promedio en la que aparece está entre los 4 y los 6 años según expertos alrededor del 80% de los niños padecen de este mal en algún momento de su infancia.

Existen dos tipos el bruxismo céntrico el cual consiste en apretar los dientes y el bruxismo excéntrico que es cuando rechinan los dientes.

Puede presentarse por diversos factores entre los cuales se destacan los psicológicos y los físicos, como por ejemplo: que el niño este sometido a situaciones de estrés entre los cuales podríamos destacar, una mudanza, un divorcio, el nacimiento de un hermano, el ingreso a la guardería entre muchos otros.

El bruxismo en primera instancia es un proceso que acompaña a la dentición, que estimula la formación muscular  y ósea del rostro, sin embargo debe ponerse atención ya que genera desgaste en las piezas dentales del niño.

¿Cómo solucionarlo?

• Disminuya la actividad física y mental del niño antes de ir a dormir.
• Propicie que el niño se acueste lo más relajado posible, utilice técnicas como baño nocturno, masajes, aroma terapia, contar cuentos…
• Evite conductas parafuncionales, nos referimos a que se acueste mordiendo objetos como lápices, las uñas entre otros.

Es importante tomar en cuenta que, este mal usualmente acaba cuando al niño le nacen las muelas en su totalidad, sin embargo si el rechinar de dientes persiste o bien deja evidencia de desgaste en las piezas dentales es mejor que visite un odontólogo.