Hola lectora,

En estos tiempos de tanto “trajín”, estrés y múltiples obligaciones no se hace fácil la comunicación efectiva o afectiva con nadie y mucho menos con los niños, quienes usualmente no saben expresar muy bien sus emociones o solamente desean jugar a su manera (la cual dicho sea de paso no es muy comprendida por los adultos).

La vida se nos pasa entre tareas y obligaciones, mientras tanto ellos; sí los más pequeños de la casa están a cargo de cualquiera menos de sus madres, y no te culpamos a veces de nos queda de otra.

Si al leer estás línes te identificas entonces sigue leyendo, porque lo esencial en la vida muchas veces no es la cantidad sino la calidad, asegúrate de tener tiempo de calidad con tus hijos así estrecharás lazos, creará confianza y el amor nunca será dosificado.

¿Te has detenido a darte cuénta el tono y la forma en que te diriges y haces las preguntas a tus hijos?

Probablemente la respuesta es no, es la más usual, sin embargo de esto depende la reacción y la cantidad de información que estos desearán brindarte. Así que la próxima vez toma esto en cuenta.

Hoy traemos para usted algunas técnicas que le ayudarán a tener una comunicación más fuluída y empática con sus hijos, después de todo lo único que las madres deseamos es; una buena relación que nos permita conocerlos, ayudarlos y expresarles cuánto los amamos,  así que toma nota.

• Compartir lo que llevamos dentro da más resultados que presionarlos: Esto significa que si al preguntarle ¿cómo estubo el día? solo responde: bien, no vale la pena presionarlos, compártele lo que viviste hoy y dájale claro que si lo desea más tarde puede contarte él también lo que pasó. Verás como al cabo de unos minutos te contará muchas cosas, la razón es simple; habrá entrado en confianza.
• Prohibiciones: Es muy normal que como madres procuremos prohibir todo aquello que según nosotras supone un riesgo para los hijos, pero antes de hacerlo es mejor abrirse, obtener información y luego tomar decisiones. Esto se refiere por ejemplo a los amigos. No es lo mismo que prohibas una amistas a que tu hijo te cuente ¿porqué? esa persona supone importancia para él. Crea un ambiente de confianza para que te lo cuente todo.

• Crea buenos momentos: No todos los días son buenos, y para los pequeños aplica igual, un mal examen, la pelea con un amigo, un error cometido que tuvo como consecuencia tiempo fuera o perder un recreo, ese tipo de situaciones fácilmente le roban la magia al día. No seas parte de lo nocivo, conversar acerca de los cambios que har que hacer es importante pero no debes señirte en eso, crea momentos agradables en días difíciles.
• Brindar ayuda: El afán del día en muchas ocasiones va a seducirte para que hagas las cosas en lugar de permitirle a tu hijo intentarlo, baja las revoluciones, déjalo explorar, intentarlo, aliéntalo a hacer las cosas por sí mismo y no olvides dejar claro que, siempre contará con tu ayuda si la llega a necesitar.
• Escucha: Solemos juzgar antes de tiempo, sí sabes que lo hacemos y a los niños también. Tiempo para escucharlo es más que necesario, tiempo para que se explique, para que exprese lo que siente, lo que pasó, lo que quiere y ¿porqué? lo desea. No lo etiquetes, trata de comprenderlo, explícale cada cosa, háblale con la verdad, escúchalo solo así lograrás conocerlo.

Cuidate,

Laura.