Así como se lee, si bien es cierto ningún día debería iniciar si una previa planificación ni un desayuno saludable, existen algunas acciones que entorpecen que el día acabe como deseamos, y de inmediato te enteramos de qué se trata.
- Levantarse y conectarse de una vez a redes sociales: Esto es una realidad, el momento de levantarse cada mañana debería suponer una experiencia agradable, en la que te conectas contigo misma antes de revisar correos, ver publicaciones de amigos entre otras cosas. Este vicio te impide conectarte con tus necesidades.
Antes de pretender enterarte de la vida de otros, asume tus mañanas con entusiasmo, agradecimiento y con un norte.
- Leer o ver noticias negativas: Nos hemos convencido de lo nocivo que resulta iniciar el día viendo las noticias o leyéndolas; las malas noticias solo estimulan malas sensaciones, desesperanza, preocupación.
No se trata de estar ajena a la realidad, simplemente la recomendación es respetar y resguardar tanto como sea posible la serenidad del inicio del día.
- Preocuparse por los problemas de terceros: Esto es letal para la vida de cualquier ser humano, bien lo dicen: cada día trae su propio afán, pre ocuparse es destinar tiempo valioso del presente por tratar de adelantarse a algo que aún ni siquiera sucede.
Ocuparse en tratar de resolverle la vida a otros, es un poco peor que preocuparse por lo que aún no nos ocurre.
De verdad toma conciencia de la importancia de iniciar los días con calma, serenidad, enfocadas en lo que realmente importa, con previa planificación y metas establecidas te darás cuenta como muy pronto todo encuentra su cauce, lo que se complica tendrá dirección para resolverlo y lo demás irá fluyendo.
Ocúpate este año en hacer que las cosas pasen, en que fluyan y puedas sentirte más tranquila, feliz y empoderada; bueno pues eso inicia desde primera hora en la mañana.
Analiza ¿Qué es lo primero que haces apenas inicia el día?
