La primera, se adquiere a través de los alimentos, la segunda y más necesaria, se consigue por medio de los rayos del sol, y tiene una vida media más larga, es decir, que dura más en el organismo antes de degradarse.
Pocos saben que el esqueleto es un órgano que se modifica constantemente y al cabo de 10 años todos los huesos se renuevan por completo. A medida que la masa ósea se reabsorbe de la mano de las células denominadas osteoclastos, se va formando hueso nuevo gracias a otras células llamadas osteoblastos, lo que ayuda a mantener el equilibrio.
Cuando la pérdida de masa mineral ósea se hace más severa, se puede producir osteoporosis que es una enfermedad esquelética sistémica, caracterizada por baja masa ósea y deterioro de la microarquitectura, con la consecuente disminución de la resistencia ósea.
Por eso, además de la exposición diaria y cuidada al sol, la alimentación es otro de los pilares para lograr huesos fuertes. Se recomienda el consumo de 1300 miligramos de calcio. Dicha medida equivale a: 2 vasos de leche, 1 cassette de queso, 2 cucharaditas de ricota, y 1 yogur bebible. También hay que tener en cuenta que hay otros alimentos que aportan calcio, como las legumbres, los pescados, y algunas verduras.
La realización de media hora de ejercicios también resulta importante para conservar tonos musculares y densidades óseas adecuadas, mejorar los reflejos, y al mismo tiempo disminuir la incidencia de caídas que predisponen a fracturas.
A la hora de tomar sol, es fundamental hacerlo de forma responsable para no dañar nuestra piel. En verano se necesitan 5 minutos, y en invierno media hora. En promedio se recomienda una exposición de 15 minutos diarios, fuera de los horarios pico de radiación solar.
Las tres claves para ayudar a mantener unos huesos fuertes
- Ingerir calcio: aportar calcio a tus huesos a través de una buena dieta y comiendo lácteos enriquecidos con calcio. Los yogures ricos en calcio suelen aportar el doble de calcio que los yogures normales y que un vaso de leche.
- Hacer ejercicio: caminar tranquilamente durante una hora al día ayuda a mantener unos huesos sanos y mejorar nuestra movilidad.
- Tomar el sol: estar al sol quince minutos al día para que nos toque en brazos, cara y escote es suficiente para tener buenos niveles de vitamina D en sangre ayudando a asegurar una buena calcificación de los huesos.