Algunas mujeres sienten la necesidad por impulsar su independencia y realización personal. En el afán por lograr nuevos desafíos, buscan equilibrar su vida familiar y laboral. Para dar el gran salto, hay que ser dinámicas y muy constantes; todo es a prueba y error, no hay que desanimarse.
¿Qué se necesita? GANAS! A su vez, hay que tomar conciencia de que no va a ser fácil ni algo a corto plazo, pero nada es imposible si le ponemos empeño. Debés creer en tu proyecto y armar un calendario con el día a día. Recuerda que ya que no existe un horario fijo de trabajo: a mayor crecimiento, mayor tiempo y esfuerzo.
¿Por dónde empezar?1) Tu negocio debe gustarte, tener un valor diferencial respecto al resto y ser realizable.1) Si bien la inversión es difícil de definir, es un punto muy importante y debes planificarlo a corto, mediano y largo plazo. Es aconsejable conseguir un un inversor de riesgo que te pueda facilitar el dinero y que no te exija su devolución inmediata, sino parte del negocio.2) Debes definir cuestiones tales como dónde vender, tener un showroom, dónde comprar materias primas, espacio de guardado hasta que los productos se vendan, etc.3) Tender redes es fundamental no solo para conseguir clientes sino para saber dónde comprar insumos, localizar los mejores candidatos cuando necesites cubrir un puesto, que tu producto se conozca o detectar nuevas oportunidades.4) Internet es una clave. Tu emprendimiento no debería comenzar sin una página web y sus respectivas redes sociales.5) Cuando se crece, delegar es obligación. Es importante capacitar y saber que la motivación no siempre pasa por el dinero. Hacer una buena planificación con metas y objetivos es clave para poder medir resultados y evolución.