En la era de la tecnología y de las comunicaciones, hay un fenómeno que está preocupando a los profesionales de la salud mental: cada vez hay más personas con adicción al móvil, completamente “enganchadas” a su smartphone.
Las personas constantemente están revisando si tienen alguna notificación nueva, impidiéndoles disfrutar de las actividades del día a día, puesto que siempre tienen una parte de su mente pendiente del refuerzo positivo que les brinda las redes sociales o las apps de mensajería instantánea.
La adicción al móvil es cada vez más habitual y es una señal de que cada vez somos más dependientes de las tecnologías. Algunas personas no hacen un uso racional y positivo de ellas, sino que acaban por mantener una relación de dependencia con los gadgets.
Esta adicción puede comportar graves problemas y malestar.
Síntomas
- La persona afectada no es capaz de comer, mantener una conversación, trabajar o realizar actividades placenteras sin comprobar frecuentemente si le han mensajeado o llamado a través del teléfono móvil.
- No son capaces de dormir si no tienen el smartphone encendido.
- Se despiertan frecuentemente para revisar el móvil en busca de nuevos mensajes o llamadas.
- Revisan habitualmente el estado de WhatsApp de sus amigos y familiares.
- Se ponen ansiosos o tristes si pierden o se olvidan el móvil.
- Sienten desazón, ansiedad o malestar si se les agota la batería.
- Comprueban con excesiva frecuencia si alguien les ha mensajeado o llamado. También están al tanto de cualquier notificación en sus redes sociales.
Consecuencias y efectos
Existen una serie de consecuencias negativas derivadas de la adicción al teléfono móvil. Estos efectos negativos pueden clasificarse según varias características.
- Ansiedad
Al tratarse de una dependencia, puede venir vinculada a estados de compulsión. Cuando la persona se olvida el móvil en casa, por ejemplo, siente que le falta algo, se siente incomunicado y esto le puede generar ansiedad y malestar.
- Compulsión
La tendencia a revisar el móvil cada pocos minutos puede ser considerada ansiedad o compulsión. Es una conducta, un hábito adquirido que no es adaptativo ni nos reporta nada positivo, pero que la persona adicta no puede evitar.
- Deterioro de las relaciones personales
También existen efectos negativos de la adicción al móvil vinculadas al deterioro de las relaciones interpersonales. Muchos expertos señalan la paradoja de que, en la época histórica en que más conectados estamos a otras personas y culturas, más sufrimos los efectos de la soledad, el aislamiento y la incomprensión.
Todos hemos notado que las reuniones entre amigos han cambiado en la última década. Es casi impensable que las charlas amistosas no se vean constantemente interrumpidas por alguno de los amigos, que no puede dejar de revisar su móvil, responder mensajes, llamadas…