Hola lectoras,

El bullying hoy en día es un mal que acoge a toda la sociedad, pero más a las áreas vulnerables como lo son los niños y los jóvenes, es por eso es muy importante detectar cuando algún miembro de nuestra familia ya sea niño o adolescente sufre de este ataque por parte de sus amigos y compañeros. Es fundamental desde edades tempranas educar a nuestros hijos los valores del respeto, amistad, confianza y esa es la clave para darnos cuentas si están siendo maltratados en la escuela o colegio.

Los niños pueden tener miedo y no atreverse a contarlo en la casa o sentir vergüenza, los mayores podemos observar ciertas conductas o comportamientos que serán los detonantes para enterarnos que son víctimas de bullying, pero más importante aún saber cómo actuar de la manera más correcta.

Una de las señales más recurrentes es cuando los niños inventan malestares y enfermedades para no ir a la escuela, esto es el primer detonante para sospechar que nuestro hijo es víctima de bullying. Otra señal de que nuestros hijos están siendo víctimas de bullying es cuando empiezan a no querer hablar con los amigos de siempre ni con la familia cuando antes eran niños extrovertidos y felices.

Es importante revisar si regresan de la escuela con todos sus útiles escolares, porque se da mucho que comienzan a perder objetos personales o materiales escolares. Los acosadores utilizan muchas veces este sistema como medio de intimidación. Los jóvenes que hacen bullying siempre buscan la forma de intimidar y de amenazar y lo hacen robando o escondiendo las cosas personales de los demás.

El niño puede presentar diferentes síntomas a nivel físico, aunque el acoso sea psicológico puede tener síntomas como mareos y dolores de cabeza, problemas digestivos, desórdenes del apetito, temblores, palpitaciones y alteraciones del sueño. Otro aspecto muy importante es que bajan el rendimiento escolar, bajan las calificaciones, esto es causa de la agresión y la desmotivación de querer ir a la escuela, es importante detectar estas señales y buscar soluciones.

Cuidate,

Laura.