Hola lectoras,
Las grasas insaturadas son las que llamamos “grasas buenas”, ya que ayudan a cuidar el corazón como: El pescado azul, como el salmón, las sardinas, el arenque, bonito o el atún (todos ellos ricos en omega 3) Algunos aceites vegetales como el de girasol y soja, el aceite de oliva, y algunos frutos secos, como las nueces y almendras, el aguacate es otro de los alimentos con grasa buena.
A la hora de tomar productos lácteos es aconsejable que optes por aquellos que no tienen grasa y son desnatados. No olvides tampoco el consumir un par de veces por semana un poco de pescado azul como salmón, atún o sardinas ya que aportan una gran cantidad de ácidos grasos bastante saludables para el organismo.
Es importante reducir en la medida de lo posible el consumo de las llamadas grasas malas ya que son bastante perjudiciales para el organismo y a largo plazo pueden provocar serios problemas de salud afectando a órganos vitales como el corazón o las arterias.
Las grasas saturadas y trans son las que llamamos “grasas malas”. El exceso de grasas malas en la alimentación puede ser una de las principales causas de tener los niveles de colesterol elevados como:
- La mantequilla
- Las carnes grasas y embutidos
- Los quesos grasos
- La leche entera y derivados
Existen diferentes tipos de grasas en los alimentos que consumimos. Solemos pensar que todas las grasas son “malas”, pero eso no es del todo cierto. Lo principal es saber hacer una correcta selección de las grasas que consumimos a diario ya que nuestro cuerpo las necesita. Estos nutrientes son una de las principales fuentes de energía y algunas ayudan a mantener tu corazón sano. Por eso, tenemos que ser conscientes de la cantidad y de los tipos de grasa que comemos, la clave de todo está en una alimentación sana y nutritiva.
Si comprendemos la diferencia entre las grasas buenas y las malas, podremos saber si el contenido de cada una de éstas en los alimentos será benéfico o perjudicial para nuestro organismo.
Un beso,
Mia.