Para saber si tu hijo es intolerante a la lactosa, debes primero saber cuáles son los signos y síntomas de este problema digestivo.
Las personas intolerantes a la lactosa tienen una deficiencia de producción de lactasa (enzima que descompone la lactosa). A menudo se suele confundir la intolerancia a la lactosa con la alergia a la leche, ambos tienen síntomas similares, pero son condiciones muy diferentes.
Mecánica de la intolerancia a la lactosa
La lactosa es un disacárido (azúcar hecho de dos moléculas simples de azúcar: la galactosa y la glucosa). Para ser absorbido este azúcar, debe ser dividido por una enzima llamada lactasa, la cual se encuentra en el revestimiento del intestino delgado.
Para las personas intolerantes a la lactosa, la actividad de la lactasa no es eficaz, haciendo al organismo incapaz de digerir la lactosa.
Al no ser digerida correctamente la lactosa, se fermenta en el intestino grueso. Desencadenando síntomas y signos de advertencia, los cuales son indicativos de que su hijo es intolerante a la lactosa.
Síntomas de la intolerancia a la lactosa
Entre los síntomas más comunes de la intolerancia a la lactosa encontramos:
- Diarrea acuosa con gases.
- Hinchazón estomacal, náuseas y flatulencias.
- Gases y heces sueltos, sobre todo al consumir alimentos con una gran cantidad de productos lácteos.
- Dolor abdominal y calambres.
- Resfriados frecuentes y erupción cutánea.
Los síntomas son proporcionales a la cantidad de lactosa que se consume. Cuanta más lactosa ingiera su hijo, más síntomas se desencadenaran.
Desarrollo de la intolerancia a la lactosa
Veamos 3 formas en que la intolerancia a la lactosa se puede desarrollar:
Intolerancia a la lactosa adquirida: La disminución en la actividad de la lactasa ocurre como parte normal del envejecimiento.
Deficiencia primaria de lactasa: Ocurre cuando el bebé tiene una ausencia completa de la enzima lactasa al nacer, ocasionando diarrea severa al ingerir leche materna, obligando a sus padres a alimentarlo con fórmulas especiales.
Intolerancia a la lactosa secundaria: Ocurre debido a un daño temporal en el intestino causado por una infección. Este tipo de intolerancia a la lactosa desencadena vómitos, náusea y diarrea.
Por otra parte, la enfermedad celíaca también se puede asociar a la intolerancia a la lactosa temporal.
Diagnóstico y tratamiento de la intolerancia a la lactosa
El diagnóstico se puede realizar mediante la prueba de aliento con lactosa, el cual analiza los niveles de hidrógeno en la respiración después de consumir productos lácteos o leche.
Los niveles elevados de hidrógeno en el aliento son un indicativo de una digestión inadecuada de alimentos lácteos, lo que puede indicar intolerancia a la lactosa.
En niños muy pequeños y en las personas a las que no se le puede realizar la prueba de aliento, la eliminación total de los alimentos con lactosa durante 3 a cuatro 5 semanas es otra opción.
No existe una cura para este problema digestivo, sin embargo, las modificaciones en la dieta puede ser de gran ayuda para su hijo.
También existen suplementos de enzima lactasa, los cuales se pueden ingerir cuando se consumen alimentos que contienen lactosa ayudando así a aliviar los síntomas.
Con el tiempo, si tu hijo es intolerante a la lactosa, usted aprenderá qué cantidad de alimentos a base de lácteos puede manejar. Para los pacientes con síntomas graves, un dietista es de gran ayuda para identificar los alimentos que contienen lactosa.
También se debe garantizar la ingesta adecuada de vitamina D y calcio por otros medios, ya que los productos lácteos son una fuente importante de estos nutrientes.