Cuando las cosas que creíamos tener bajo control se desmoronan, lo primero que nos invade es el miedo. Ante esta situación, no es ilógico que la idea de apostar nuevamente nos parezca insostenible. Nada nos llena más de impotencia que tener que encarar el vacío de perder aquello que nos resultaba conocido.

Paralizarnos frente al caos siempre es la salida más fácil, por eso depende de nosotros poder accionar, buscar, no detenernos aunque nos cueste y eso exija transitar nuestros miedos. Lo cierto es que cada uno tendrá sus tiempos, pero es importante comprender que lo que nos salvará ante estas circunstancias será el tomar la decisión de que podemos sobreponernos frente a la adversidad. Aunque sepamos que no será nada simple, debemos tener la certeza de que con trabajo duro no es imposible de lograr.

Algunas claves que te servirán de ayuda:

1)      Tú podés: Hay palabras tales como el “No puedo”, que nos imposibilitan de todo. Lograr desaferrarnos de las creencias que nos estancan es volvernos completamente libres para poder diseñar un camino diferente que nos permita empezar de nuevo.

2)      No ignores tus miedos: Es imposible anularlos, pero debemos intentar manejarlos antes de que ellos nos terminen por manejar a nosotros. Es necesario saber qué es lo que nos asusta para poder enfrentarlo y transitarlo. Esconder nuestros temores, no es más que demorar un problema: tarde o temprano van a salir a nuestro encuentro, exigiendo que nos ocupemos de ellos.

3)      Descubrir opciones: Si nos detenemos ante todos los obstáculos que represente un inicio, nunca vamos a poder emprenderlo. Poder dejar de hacer foco en el conflicto y visualizar las herramientas con las que contamos siempre, es el puntapié para empezar a resolver situaciones.

4)      Proyectar a largo plazo: Resulta bastante complicado poder abrir nuestra visión cuando estamos frente a situaciones en las que no podemos ver más allá que el momento que estamos viviendo, pero es importante intentar hacerlo. Cuando logramos poner todo en perspectiva, no sólo se despliega nuestra creatividad, sino que alcanzamos una valoración superior de nuestras propias vivencias.

5)      Vive tus emociones: No trates de evitarlas ni engancharte a ellas. Es frecuente que ante el dolor, la angustia, la ira y las emociones que se presentan después de una ruptura sentimental, nos encontremos desbordadas y naturalmente tratemos de huir de esos sentimientos.

6)      Exprimir experiencias: Dale un sentido a lo que pasó, aprende para el futuro, revisa minuciosamente lo que ha ocurrido y lo que eso dice de ti misma, de tus elecciones y de los efectos de éstas en nuestra vida. Entender por qué siempre cometemos los mismos errores, es el único camino hacia la construcción de nuevas relaciones más felices.

7)      Deja ir el resentimiento, perdona y deja el pasado: Al otro puede afectarle o no, pero a quien seguro que hiere es a nosotras mismas. Una vez que hayamos conseguido limpiar ese vínculo de odio, lo ideal es que seamos capaces de recuperar todo lo bueno que vivimos y lo que hemos aprendido, para así cerrar ese vínculo libre de toda negatividad y rencor.

8)      Sal al mundo: Después de una ruptura, quedan muchos espacios vacíos que no son sólo físicos. El tiempo que compartíamos con nuestra ex pareja ahora es tiempo que no sabemos ocupar y puede que incluso haya muchos lugares a los que no queramos volver por los recuerdos que nos traen. Este es el momento idóneo para descubrir nuevas posibilidades y dedicarnos a cosas para las que no teníamos tiempo o que, simplemente, no nos atrevimos a probar cuando estábamos en nuestra “zona de comodidad”.

9)      Elimina todo tipo de contacto: Más adelante, cuando de verdad se hayan enfriado los sentimientos, se puede intentar tener una relación cordial pero, antes de hacerlo, pregúntate ¿qué pasará cuando él vuelva a tener pareja? ¿Quieres que te lo cuente o incluso que te la presente?

10)   No busques otra relación seria: Un clavo no saca a otro clavo. Si bien sentirse querido por otra persona puede hacerte sentir feliz, tienes que tener mucho cuidado. No te involucres en una relación inmediatamente, recuerda que otra persona puede resultar herida. Tómate tu tiempo para pensar en ti misma, conocerte y descubrir qué es lo que realmente quieres para tu vida.