- Si un hombre te cuenta algo en privado y confianza, no está bien que se lo cuentes a tus mejores amigas.
- Cuando nos preguntes algo a los hombres, no busques en nuestras respuestas significados escondidos o alternativos.
- No manipules nuestras respuestas. Los hombres adultos no somos así, no añadas palabras ni significados ocultos, nuestro cerebro no funciona así.
- Sólo porque expresemos una opinión diferente a la tuya no quiere decir que estemos pelando contigo: Simplemente estamos expresando nuestro punto de vista. Salvo que estemos pelando de forma expresa (llegando a insultos, por ejemplo), cuando decimos algo que puediera interpretarse de forma positiva o negativa, nuestra intención era de expresar la positiva. “Eso es cierto especialmente, cuando nos peleamos”, recalcan muchos hombres.
- El mayor peligro de discutir con mujeres es que en lugar de escuchar a nuestras palabras, escuchan la interpretación que ellas mismas hacen de nuestras palabras.
- Sólo porque en un momento de actividad íntima fracasemos, no quiere decir que no te encontremos atractiva y que no deseemos hacerlo contigo. No es tan simple como eso. Si fracasamos en uno de esos momentos de juego íntimo, no es porque no queramos o no nos agrade tu cuerpo, sino porque no siempre logramos controlar nuestro cuerpo. Nos sentimos humillados por ello, y especialmente traumatizados de que pienses que era porque no te gustemos. No malinterpretes y concédenos otra oportunidad por favor. Si nos ves callados y pensativos no pienses que sabes en qué estamos penando.
- Por muchos problemas que tengamos y muy mal que estén las cosas, y por muy segura que estés de lo que estamos pensando, la realidad es que no puedes saber en qué estamos pensando. Lo más seguro es que ni siquiera estemos pensando, o si lo estamos haciendo sea en algo que no tiene nada que ver, como el último capítulo de Juego de Tronos. Si quieres saber en qué estamos pensando, pregúntanos.
- Si te decimos que no estábamos pensando en nada, es cierto. Los hombres no tenemos la mitológica capacidad de leer la mente de nuestras parejas. Si nos quieres decir algo, dilo claramente sin rodeos ni indirectas. No esperes que te leamos la mente, no lo hacemos. Aun así, los hombres podemos darnos cuenta de que estás diciendo algo con segundas, como intentando querer decirnos sin decirlo realmente. Ante el temor de meter la pata y malinterpretar lo que estás intentando decirnos, es muy posible que te ignoremos totalmente. ¿Quién tiene tiempo para jugar a las adivinanzas?
- Si quieres que hagamos algo, debes esperar de nosotros que lo hagamos a nuestro propio modo. Si lo quieres hecho a tu modo, mejor lo haces tú.
- Sólo porque un hombre sea físicamente más grande y fuerte, no quiere decir que no nos duelan los golpes, patadas, pellizcos o tortazos, aunque se den juguetonamente. No somos rocas, también sentimos dolor.
- Los hombres podemos ser sensibles, y algunos deseamos serlo. Algunos hombres podemos ser fuertes y a la vez sensibles. Escucha lo que tu pareja necesita, al igual que las mujeres, los hombres tienen sentimientos, y sólo por querer expresarlos no son menos hombres.
- Los hombres no piensan en sexo cada 7 segundos. Muchas veces los hombres adultos no iniciamos actividad porque sentimos que no quieres hacerlo y que si accedes será sólo por darnos placer a nosotros pero no a ti misma. A veces también queremos cariñito, y que nos hagan la cucharita. ¿Has vistos esas películas en las que a pesar de que la protagonista es una mujer alocada, impredecible y bien fastidiosa acaba logrando que un hombre se enamore de ella? En la vida real no suele funcionar. De verdad que no A los hombres también nos gusta que nos digan cosas bonitas acerca de nuestra apariencia.