Sabías que la temperatura del agua con la que te bañas a diario puede influir en tu estado de ánimo y hasta en el aspecto de la piel.
Así como lo lees, algo tan simple como elegir bañarse con agua fría o caliente puede cambiar tú día.
No se trata de cual es mejor, porque ambas traen beneficios para la salud en vías distintas; así que veamos.
Si te bañas con agua caliente conseguirás:
- Relajar los músculos,
- Disminuir la tensión,
- Aliviar la migraña,
- Disminuir la hinchazón,
- Reducir la ansiedad,
- Descongestionar la nariz,
- Remover toxinas del cuerpo,
- Limpiar la piel, ya que abre los poros.
Si en cambio eliges por las mañanas el agua fría:
- Estimulas tus defensas,
- Aumenta el estado de alerta,
- Previene resfriados,
- Estimula las hormonas que actúan contra la depresión,
- Acelera el metabolismo,
- Despeja la mente,
- Reafirma la piel y
- Evita la caída del cabello.
¡Interesante! ¿Verdad? Lo más importante es que ahora podrás sacarle partido a los beneficios que la temperatura del agua con la que te bañas, pueden darte a diario
Y tu, ¿Cuál prefieres?