Estar embarazada es la experiencia más linda para una madre, pero en especial a las primerizas se les aconseja no caer en el sedentarismo y en la medida de lo posible, ejercitarse antes, durante y después del embarazo; esto no sólo trae beneficios estéticos, sino que la mujer se sentirá mucho mejor y tendrá un embarazo más sano.
Con previa autorización médica y ejercicios adaptados a su estado, todas las futuras madres pueden entrenar sin miedo. Normalmente, las embarazadas que siempre han realizado actividad física y que tienen embarazos sanos, se ejercitan durante todo el período, adaptando algunos aspectos para resguardar la salud del bebé en desarrollo y cuidando zonas importantes del cuerpo.
Para lograr mantenerse en forma, las futuras madres –que no presentan un embarazo riesgoso- pueden hacer prácticamente de todo, resguardando la respiración -para aliviar la presión interna- y la intensidad de lo que realice. Lo más recomendable es caminar, nadar, hacer ejercicio elíptico, pesas -de mediana intensidad- y elongación.
Para una mujer que nunca ha realizado deporte, lo ideal es realizar caminatas y practicar yoga, siempre y cuando su médico lo autorice. La práctica de ejercicio físico mejora la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección de postura y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y de parto con menos riesgos.
Así mismo disminuye las molestias digestivas y el estreñimiento, aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables.
Desde el punto de vista de la alimentación, se debe comer saludable, equilibrado, y de calidad, lo ideal es que se consuma mucho liquido, frutas, verduras, lácteos, legumbres y carnes rojas para evitar la anemia que es tan típico sobretodo en los primeros meses cuando el bebé forma su corazón y todo su sistema circulatorio.
Es importante que además de asesorarse por un profesional para empezar a ejercitarse, la madre no olvide alimentarse antes y después de la actividad deportiva y que recuerde que durante el ejercicio se debe mantener un esfuerzo moderado y sentirse cómoda para desarrollarlo tranquilamente.