Cada vez hay más personas que incorporan semillas en sus comidas, debido a que aportan una gran cantidad de vitaminas, minerales y ácidos grasos que mejoran la digestión y la circulación. Acá te damos algunas ideas para incorporarlas a tus comidas.
¿Qué es una semilla?
La semilla es considerada “la parte viva de la planta”, es decir, capaz de germinar y convertirse en una nueva planta en condiciones favorables.
Su composición es generalmente rica en minerales (como fósforo, magnesio, zinc), grasas con efecto protector sobre la salud además de tener importantes cantidades de fibra dietética. Por tanto, asociadas a una dieta equilibrada, las semillas pueden ayudar:
-Con el efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares;
-En la mejora del tránsito intestinal y la protección contra enfermedades intestinales;
-En el aumento de la sensación de saciedad, ayudando a controlar el hambre;
-En el control del azúcar en sangre.
Algunas semillas que puedes incorporar en tu dieta diaria:
- Semilla de chía
La chía tiene la propiedad de formar un gel y aglutinar masas, por lo que se puede hidratar y utilizar en preparaciones como tartas y tortitas. Su sabor es suave y se puede agregar fácilmente a jugos, vitaminas, ensaladas y bocadillos.
- Semilla de calabaza
Puedes consumirlas como aperitivo, asadas, horneadas, tostadas y caramelizadas; en forma de harina para enriquecer panes, pasteles y tartas; o agregarse a jugos o vitaminas.
- Semilla de girasol
Puedes añadirlas a preparaciones como tortas, panes, ensaladas, granolas y snacks con frutas y yogur, por ejemplo.
- Semilla de sésamo
Puede utilizarse en repostería, añadido a ensaladas, en la preparación de empanadas (como Tahini, por ejemplo) o en la preparación de “leches” vegetales.
- Semilla de lino
Puede consumirse entero en diferentes preparaciones, hidratado para combinar en recetas o triturado. Al moler, prefiera consumir a corto plazo y tenga cuidado en el almacenamiento, ya que los beneficios de las grasas se pueden perder más fácilmente que otras semillas.