Caminar o correr va a depender exclusivamente de quien realice el ejercicio. No es lo mismo alguien obeso y sedentario que una persona entrenada que desea mejorar la resistencia aeróbica. Lo aconsejable, es consultar siempre con un profesional en el tema que nos asesore y no correr riesgos.
1) Caminar: Ideal para quienes empiezan a entrenar, es un ejercicio de bajo impacto y recomendado para personas obesas que sufren mucho el efecto de su peso sobre las articulaciones.
2) Caminata rápida: Si querés ejercitarte con ella, es importante que sea a un ritmo continuo y relativamente rápido. Esto permitirá que la frecuencia cardíaca se eleve y puedas quemar calorías.
3) Caminar + correr: Alternar períodos de caminata con trote es un escalón superior para mejorar la resistencia aeróbica. Si querés progresar, ésta es sin dudas la mejor opción: se reducirán paulatinamente los minutos de caminata para ir incrementando los de carrera.
4) Correr: Si bien quemás más calorías que al caminar, la diferencia puede ser mínima dependiendo de la velocidad a la que caminemos. Esto es lo ideal para quienes tienen una excelente forma y estado físico. Hay que ajustar el tiempo de acuerdo a los objetivos. Por ejemplo, si sólo se quiere correr en la etapa de calentamiento serán necesarios unos 10 a 15 minutos; si lo que queremos es mejorar la resistencia aeróbica y quemar calorías, será mejor correr por 45 a 60 minutos.
Vale destacar que la cantidad de calorías que se queman depende del peso, la masa muscular, el metabolismo y la intensidad del entrenamiento. Por lo general, un principiante puede quemar 4 o 5 calorías por minuto de ejercicio. Si sigue entrenando y llega a ponerse en forma, podrá quemar hasta el triple.
Según los especialistas, correr permite quemar casi dos veces más grasa que la que se elimina cuando se recorre la misma distancia caminando a paso moderado. De todos modos, debemos entender que el peso inicial de una persona también es un factor importante: si uno pesa menos de 70 kilos, la eliminación de grasas es proporcionalmente menor que si uno pesa más de 70.
En caso de caminar o correr sobre una cinta, la asistencia de la máquina reduce la cantidad de grasa que el cuerpo elimina en el 10 o 15% de lo que la máquina señala que uno está quemando. La duración y la intensidad de la actividad física, son factores también muy importantes: cuanto más intenso y prolongado es el ejercicio, tanto más grasa quemará una persona.
Cuantos más músculos intervienen en el ejercicio, tanto más grasa una persona tiende a eliminar. En el caso de los ejercicios que incluyen subir lomas, una persona quemará más grasa por minuto que si practica esos mismos ejercicios sobre un terreno llano.