El mayor riesgo frente a este tipo de virus es la falta de hábitos sanitarios relacionados principalmente con nuestros hábitos de limpieza. Nos centraremos en la limpieza de la cocina y los objetos que usamos dentro de ella, como los repasadores, las ballerianas y las esponjas.
El repasador de tela, ballerinas y esponjas
El coronavirus no tolera bien las altas temperaturas. Se recomienda, al igual que con la ropa y las bolsas de las compras, lavarlos en el lavarropas con un programa largo y con agua caliente.
Por su parte, las ballerinas también se pueden colocar en el lavarropas con agua y jabón en polvo junto con los repasadores. “En este caso, es importante enjuagarlas previamente para sacarles los residuos. Luego del lavado, se debe realizar también la limpieza del tambor del lavarropas con alcohol al 70 por ciento.
En el caso de las esponjas, se debe diluir la lavandina (leer la etiqueta de cada producto porque las medidas pueden variar) y dejarla reposar durante al menos cinco minutos para que la desinfección sea efectiva.
Las mesadas y superficies
Deben ser esterilzadas con un trapo limpio y humedecido con alcohol al 70 por ciento. Este mismo paso, también se debe llevar a cabo para desinfectar los productos que compramos en el supermercado (como latas, botellas y sachets). Para aquellos alimentos que no se pueden mojar, como lo que vienen en cajas de cartón, se debe recurrir al uso de un rociador cargado también con este antiséptico.
Finalmente, con respecto al piso de la cocina, es importante primero limpiarlo con un trapo humedecido y, luego, recién desinfectarlo con agua y lavandina. Según los expertos, lograr la desinfección dependerá de seguir las instrucciones de uso y de utilizar la dosificación correcta que indica la etiqueta de cada marca de lavandina. Lo mismo sucede con el tiempo de contacto del producto con los microorganismos que están en el suelo. Los profesionales advierten que es fundamental seguir las indicaciones del rótulo.