Depende de la ocasión, la comida, las personas, solo por nombrar algunas de las cuestiones que se nos vienen a la cabeza cuando estamos entre una botella u otra, sin embargo, la dificultosa tarea de estar parado frente a la estantería del supermercado pensando en cuál será el mejor puede ser más agradable si prestamos atención a cinco sencillos consejos que presentamos a continuación.
Es necesario conocer el menú antes de elegir
Una vez que la carta de vino está en tus manos o que alguien pidió que tú eligieras la botella, la primer decisión que deberás tomar es el tipo de vino. Puede ser espumoso, blanco, rosado o tinto. Para ello, te puede ayudar saber el gusto de las personas que te acompañan o los platillos que pidieron; si la mayoría pidió carne, lo más sencillo será enfocarte en los vinos tintos; si la selección es únicamente para el aperitivo y acompañar algunas entradas, un vino blanco, rosado o espumoso pueden ser una buena opción.
No es simplemente vino blanco, carnes blancas
Si bien esta es una regla clave para elegir un buen vino, también hay que tener en cuenta la textura de la comida. Es decir, entre más pesado quiere decir entre más salsas requiera el plato el vino debe ser más grande, contrario es si la comida es con salsas ligeras.
Un ejemplo de comida pesada puede ser aquellas que tienen mucha mantequilla o aquellas que tienen carne, y de salsas livianas, puede ser las que tienen mariscos salteados o camarones.
La comida picante por ejemplo es mejor acompañarla de vinos dulces o si la comida es de textura delicada y sutil nada mejor que un champagne.
Las calificaciones ayudan
Así como los hoteles tienen reconocimiento por sus estrellas, así mismo pasa con los vinos, expertos los han calificado y valorado de acuerdo con su textura y sabor. Hay quienes se dedican a catar vinos y realmente saben lo que es bueno.
Sin embargo hay que tener en cuenta que si bien hay expertos, especializados y consejos realmente valiosos, no todos tenemos los mismos gustos, por eso recuerda que muchas veces lo mejor es confiar en nuestro paladar a la hora escoger el vino.
Presupuesto
Este es uno de los parámetros más importantes a la hora de hacer la selección, ya que al fijar el precio que estás dispuesto a pagar por una botella de vino se vuelve más pequeño el universo de la selección. Recuerda que no siempre los vinos caros son la mejor opción, puedes encontrar gratas sorpresas en todos los nichos de precio.