Bienvenidas(os) al blog de nuevo. Y si es tu primera vez, nos alegra que estés aquí.

¿Vos también decidiste bajar de peso, hacer dietas saludables (o estrictas), ejercicio ilimitado para tener un ‘buen’ cuerpo a final de año y no lo lograste? Pues, ya sos parte del club.  El mundo entero ha pasado por esto.

Soy Mia y esta vez platicaré sobre nuestra relación de amor-odio con la comida. Cuando viene diciembre, parece que los postres se multiplican, el relleno está en todos lados y siento que los dulces del super me hablan cuando estoy a punto de pagar. De repente tu familia quiere comer aquí, tus amigas(os) quieren probar allá y  vos ya subiste cien libras.

Todo el año pensando en tener un ‘buen cuerpo’, pero… ¿Qué significa tener un ‘buen’ cuerpo? ¿Un buen cuerpo es delgado y sin ni un rastro de imperfección? O  ¿nunca subir de peso y verte siempre bien? No. Un buen cuerpo es un cuerpo saludable;  Que mueve las piernas cuando camina, corre cuando debe, descansa cuando está exhausto, se alimenta cuando lo necesita y sacia su sed.  Tenemos que enseñarle un par de truquitos a nuestra mente, así no nos jugará estrategias sucias y torcidas.

La carga de no haber cumplido metas que prometiste alcanzar es demasiado pesada como para llevarla de un lado a otro (especialmente cuando se trata de peso o cuerpos). No me malinterpreten, definir objetivos y disciplinarte es saludable, ayuda a avanzar en la vida, sin embargo, no podes dejar que tu peso determine tu éxito o valor propio.  Acordate  de las demás cosas que sí lograste, los lugares que viste por primera vez, la gente que conociste y disfrutá de quién sos ahora.  Tus emociones están ahí para que las sintás, no para que las ignorés. Hablales, recibilas pero no te castigués por ello.

Si en realidad querés perder peso y estás determinada(o) a hacerlo sin detenerte, seguí un plan que sea bueno para tu cuerpo y metabolismo. Visitá a un(a) nutricionista, entrenador(a) u otros(as) expertos(as) que podrán guiarte para llegar a un peso saludable.

La vida no surge como la planeamos y no es perfecta, ni siquiera se acerca. No hay por qué avergonzarte, sentir culpa o como un fracaso y desastre total. Hay belleza en tu imperfección. El próximo año está a la vuelta de la esquina, nunca es tarde para prometerte que vas a amarte sin condiciones o excusas (esa promesa tenes que cumplirla sí o sí), aún podes contar con vos.

Un beso,

Mia