Por supuesto que tenemos riesgos de dañar nuestra salud ocular.
Si con frecuencia tiene la necesidad de frotarse los ojos evite hacerlo, en su lugar intente usar suero fisiológico o lágrimas artificiales que puede adquirir sin receta, son productos seguros que ayudan a mantener los ojos limpios y lubricados. Si el problema persiste, debe acudir al oftalmólogo para detectar cualquier patología y recibir el tratamiento adecuado.
Frotarse los ojos es algo que todos hemos hecho en algún momento y por diversas razones, por ejemplo cuando tenemos sueño, cuando nos despertamos, cuando estamos estresados, cuando se nos mete algo en el ojo, etc.
Para la mayoría de la gente el hecho de frotarse los ojos ocasionalmente supone un riesgo bajo, no obstante el mero hecho de usar los dedos, los nudillos e incluso las palmas de las manos para frotarse los ojos hace que transportemos una gran cantidad de bacterias a los ojos, y esto incrementa el riesgo de sufrir una infección ocular o problemas de párpados.
¿Por qué nos cuesta evitar esta pésima costumbre y cuales son sus riesgos?
Al frotarnos los ojos estimulamos la producción de lágrima, que lubrica y limpia nuestros ojos de cualquier partícula de polvo o sustancia irritante, y cuando estamos estresados el presionar ligeramente el globo ocular puede relajarnos al reducir nuestro ritmo cardiaco, lo que se conoce como reflejo óculo-cardíaco.
La piel que rodea nuestros ojos es fina y delicada, por eso suele ser la primera que muestra signos de envejecimiento, frotarse los ojos contribuye a deteriorar la piel de los párpados y romper pequeños vasos sanguíneos, facilitando la aparición de arrugas de forma prematura,que hacen que nuestra mirada se vea más cansada o envejecida.
Si sufrimos una alergia atópica que nos produce picor en los ojos y esto nos lleva a frotarnos con frecuencia, en primer lugar al frotarnos podemos estar transfiriendo más alérgenos de las pestañas a los ojos, lo que agrava el problema, y en segundo lugar existe el riesgo de que con paso del tiempo nuestra córnea se vaya debilitando debido a la fricción.
Frotarse los ojos también produce picos altos de presión intraocular, si de por si la tenemos alta y sufrimos glaucoma podemos estar dañando el nervio óptico, y si tenemos miopía patológica o sufrimos alguna enfermedad ocular relacionada con nuestra retina, podemos estar contribuyendo a un desprendimiento de retina, ambos son daños serios que ocasionan pérdida de visión permanente.
Por supuesto, si se ha sometido a una cirugía ocular no debe frotarse los ojos, principalmente porque incrementa el riesgo de infección y además dependiendo del tratamiento puede causarse una lesión seria, por ejemplo si se frota los ojos después del LASIK, el flap o capa de tejido que hemos levantado se puede desprender si aún no tuvo tiempo de curar.