Hola lectoras,
Si te gusta vivir en armonía con la naturaleza rodeada de plantas. De seguro que es importante para ti mantener a esas bellezas prosperando y, si es de la manera más natural posible, mejor aún.
Afortunadamente, existen muchas maneras sencillas y naturales de mantener tus queridas plantas saludables.
Veamos algunos fertilizantes naturales para tus plantas de interior caseros, fáciles y económicos:
Cáscaras de huevo
Las cáscaras son una gran fuente de calcio, el cual es esencial para que las plantas puedan desarrollar una estructura celular fuerte.
Puedes hacer una especie de té fertilizante aplastando varias cáscaras de huevo, luego agrégalas al agua hirviendo y deja reposar durante la noche. En la mañana, vierte el té directamente en la tierra de las plantas.
Otra manera de utilizar cáscaras de huevo es hacer un polvo colocando varias cáscaras secas en un procesador de alimentos. El polvo se puede mezclar con la tierra justo antes de sembrar una nueva planta.
Café
Muchos jardineros le agregan café molido al compost para nutrir las plantas y al mismo tiempo matar los patógenos y las malezas, pero igualmente se puede usar café preparado para nutrir las plantas.
El café preparado posee una buena cantidad de magnesio y potasio, que son excelentes para fortalecer el crecimiento de las plantas.
Coloca partes iguales de café y agua en un recipiente y luego hierve la mezcla, después refrigéralo y riega tus plantas como lo harías normalmente.
Nota: Debido a la naturaleza ácida del café, esta técnica debe ser usada exclusivamente para plantas que se desarrollan bien en condiciones ácidas, como las rosas, los helechos y el aloe.
Cenizas de madera (de tu chimenea o fogata)
Las cenizas pueden esparcirse en la tierra de tus plantas para suministrarle potasio y carbonato de calcio.
Nota: No uses cenizas de madera que haya sido quemada junto a carbón o que haya sido encendida con algún líquido inflamable, ya que puedes arruinar tus queridas plantas.
Sal de Epsom
La sal de Epsom es rica en sulfato y magnesio, dos minerales que juntos proporcionan una increíble nutrición para tus plantas, esto permite que crezcan más y más verdes, y vivir vidas más largas.
Riega las plantas dos veces al mes con 1 cucharada de sal de Epsom disuelta en 4 litros de agua, otra opción es rociar sus hojas con una mezcla el doble de concentrada. También puedes agregarle gránulos de sal de Epsom directamente en la tierra al plantar.
Un beso,
Mia.