Es imprescindible permitir que lo realicen en el suelo, estimulando el correcto desarrollo del gateo. No todos los niños gatean, sino que pasan directamente del arrastre a ponerse de pie, sin pasar por la etapa del gateo. En este caso, es conveniente recalcar que aunque ya hayan aprendido a caminar, deben aprender a gatear. Existen diferentes razones por las que un niño se pone de pie antes de gatear, entre ellas:
- Ha recibido mayor estimulación para caminar que para gatear.
- Se le ha estado poniendo de pie antes de tiempo, por lo que no ha se han centrado correctamente sus articulaciones.
- Escaso tiempo en el suelo, por lo que no hay suficiente maduración y fuerza en los brazos y abdomen.
Si se le brindan al bebé las oportunidades adecuadas desde los primeros meses, comenzará a gatear alrededor de los 9 meses.
El gateo, ejecutado de forma correcta, es fundamental para los futuros aprendizajes de la lectoescritura y matemática, ya que estimula cognitiva y motrizmente a tu bebé. Tiene varios beneficios, entre los que se pueden mencionar: permite realizar movimientos armónicos y coordinados, tener conciencia y control de su cuerpo, mejora el equilibrio, ritmo, tonificación muscular, relaciones espaciales, al mismo tiempo que se genera una visión tridimensional, conectando el movimiento con la vista. Asimismo, permite al niño explorar el ambiente con mayor facilidad y de acuerdo a sus intereses.
El tener estas áreas desarrolladas permitirá al niño: realizar los trazos, letras y números con seguridad y precisión ya que tendrá fuerza y control en sus brazos, además de coordinar el movimiento de los ojos entre otras cuestiones. Organizarse en su espacio, respetando los límites de la hoja, orientarse en las líneas, separar correctamente las palabras, leer y escribir con fluidez, también son algunos beneficios. Además, el control de su cuerpo y el espacio, le permitirá tener una postura adecuada al momento de escribir, promoverá la toma correcta del lápiz y seguir el orden en las operaciones matemáticas. Al contrario, si tu hijo no gateó, puede presentar dificultad en alguna o varias de las destrezas mencionadas anteriores.
¿Qué hacer? Anímalo a gatear y realicen juntos juegos donde gatee, escalando o pasando por túneles. También que “marche” correctamente y que realice movimientos que requieran fuerza con los brazos. Cuando un niño marcha, está ejecutando el mismo movimiento que cuando gatea pero de forma vertical. Es importante que, en los primeros años de vida, el niño tenga oportunidades de moverse, por lo que la educación preescolar debe ser principalmente psicomotriz. Permítele moverse es libertad. ¡Moverse es Crecer!
Referencias bibliográficas:
Gassier, J. (2005) Manual del Desarrollo Psicomotor del Niño. Barcelona: Editorial Masson.
Pascual, Carmen (2012) Identidad y Autonomía. España: Editorial Casita de Paz.
Ana Lucía Penagos
Máster en Psicomotricidad experta en Terapéutica