El ser madres es de las etapas más lindas que puede experimentar una mujer. Desde la primera vez que se siente al bebé dentro del vientre, hasta el día en el que por fin se ve el rostro con el que ha soñado durante los últimos nueve meses, y si se es una madre primeriza, todas esas emociones se viven intensamente.

La llegada de un niño trae muchos cambios y responsabilidades, y es que cuando se empieza a pensar en lo que viene, muchas mujeres entrar en pánico (muy normal si es el primer bebé) y los consejos de las que ya son madres, muchas veces no van con la forma de pensar de la nueva madre.

¿Qué es lo más importante cuando se tiene un primer hijo? No intentar ser la madre perfecta. Cuidado! aquí no hablamos de descuidar al bebé. A lo que nos referimos es no imponernos un molde de mujer y madre perfecta, es una mueva experiencia, y madre e hijo se irán conociendo.

De todos los consejos que se pueden recibir, quédese con aquellos que se adapten a su criterio. Es normal que otras madres quieran compartir su experiencia y dar su opinión. Sin embargo, no se debe renunciar a escribir una nueva historia de forma de vivir y de ser madre.

Comodidad. En la medida de lo posible, los primeros días del bebé quédese en un lugar dónde tenga todas las comodidades y cuente con una persona (Si así lo desea) que le ayude en esos primeros días.

Visitas. Antesera muy común recibir al 85% de la familia el segundo día de nacido del bebé y ninguna madre se podía quejar. ¡Adiós a esos tiempos! No es obligado recibir visitas que no se han anunciado o programado previamente. Las visitas es algo que debe alegrarnos, no llenarnos de estrés que después pueda afectar a nuestro bebé. Se reciben familiares y amigos cuando la madre ya esté dispuesta a hacerlo.

Tener todo organizado. Organizar todo con tiempo antes de la llegada del bebé, y no dejar todo para el último momento es muy importante, muchas veces los imprevistos pueden generar un estrés innecesario para la madres, que con organización son fáciles de evitar.