Llega un momento en la vida de cada pareja en que tal vez se van presentando pequeñas señas consiente o inconscientemente como que ya tienen un cepillo de dientes en la casa del otro, y llega un momento en el que deciden poner la firma de ambos en un contrato de arrendamiento. Pero ¿qué pasa después de que finalmente empacan y consiguen su propio lugar?
Cuál es el mayor cambio que experimenta una pareja que decide convivir bajo el mismo techo?
Más cabello por todos lados:
¿Te encanta su espectacular look? Bueno, cuando vivan juntos, tendrás que acostumbrarte a encontrar sus cabello en tu ropa, en el sofá y posiblemente alrededor de tus pechos.
¿Y qué pasa con la vida sexual?
Tu vida sexual también puede comenzar a sufrir. Vivir juntos significa que el sexo es otra de tus tareas si quieres mantener viva la llama del amor o por el contrario este tema puede pasar a segundo plano en la lista de prioridades. De repente cuando están constantemente juntos, las conversaciones pueden ponerse un poco aburridas.
Ventajas de convivir con tu pareja
Puedes encontrar un compañero para cocinar y te acompaña al comer. Siempre y cuando ella esté de acuerdo, pueden estar desnudos todo el tiempo que quieran. Comparten los gastos. Siempre tienes a alguien a tu lado para pasar el rato.
La calidad de vida puede mejorar si no te gusta la soledad. Imagina que te levantas y desayunas todos los días acompañado. Ya no tienes que cocinar para ti sola porque hacer comida para dos personas es más fácil que solo para una. Y nada más grato que prepararse para ir a la cama en lugar de solo quedarte dormida.