Las razones son variadas y sorprendentes, piensa en la cantidad de veces que te has sometido a cortes o coloraciones radicales, seguro que coincide con este top 10:
- Por aburrimiento. La necesidad de cambio surge cuando te hartas de verte siempre con la misma imagen. Es quizá el motivo más común.
- Por tendencia. ¡Claro que nos gusta seguir la moda! Y también en cuestiones capilares. Seguro que en más de una ocasión has pasado por el corte o el color de la temporada, con arrepentimiento o no posterior.
- Para encontrarte a ti misma. Siempre has llevado el mismo look pero nunca te has sentido cómoda con él. Aquel corte tan insospechado te abrió los ojos como nunca lo había hecho nada antes.
- Tras una ruptura. Otra de las razones más habituales entre las mujeres para cambiar de look; sirve para empezar desde cero, olvidar lo pasado, volver a empezar. Y, de paso, ponerse en circulación como una mujer nueva.
- Por necesidad. No es una razón muy romántica pero ese largo verano en la playa o ese tratamiento han hecho estragos en más de una melena que ha habido que cortar para sanearla.
- Por culpa de las canas. La aparición de canas es la culpable de infinitos cambios de color entre las mujeres, en el caso de las españolas, hacia tonos más claros.
- Por un cumpleaños muy señalado. Ya sabes, el cambio de los 19 a los 20, la crisis de los 29 a los 30, el drama de los 39 a los 40…
- Por tu boda. Te has dejado crecer el pelo hasta el infinito para recogértelo pero, a la vuelta de la luna de miel, comienzas tu vida de casada con un peinado nuevo. Un clásico femenino.
- Tras haber tenido un hijo. Los primeros meses de las madres primerizas no suelen ser los más fáciles; no hay tiempo para nada, y menos para peinarse. Lo de cambiar a una coloración y un corte sencillos que no requieran mucho mantenimiento es muy habitual. Además, tras el parto el cabello suele caerse a causa de los cambios hormonales, sanearlo no está nunca de más.
- Para reforzar tu autoconfianza. Las personas muy tímidas necesitan a veces un empujón como un cambio muy radical y atrevido de peinado para reafirmarse. Al principio puede que asuste pero al poco tiempo resulta tan gratificante…