Son granos formados por cultivos de levadura y bacterias lácticas, de color blanco y con un aspecto parecido a una coliflor. Se disuelven en agua, te o leche y tras 24 horas de fermentación se obtiene esta natural y beneficiosa bebida.
Su sabor es muy parecido al yogurt natural, pero es importante tomar en cuenta que su textura es mucho más líquida.
El kéfir y sus beneficios ante:
- Problemas digestivos: es un alimento probiótico que como todos los de su especie contienen microorganismos vivos que se alojan en el intestino y ayudan a mantener el equilibrio de las bacterias intestinales. Ante esta propiedad el kéfir es muy útil para combatir la diarrea, el síndrome del intestino irritable, infecciones bacterianas.
- Osteoporosis y salud ósea: El kéfir elaborado con leche rica en grasa es una excelente fuente de calcio y vitamina K2, ambos nutrientes esenciales para mantener una óptima salud ósea y retrasar el desarrollo de la osteoporosis. Además, ayuda a la absorción de calcio en las células de los huesos, aumentando la densidad ósea previniendo así las fracturas.
- Infecciones bacterianas: Gracias a su elevado contenido de probióticos el kéfir te protege de infecciones bacterianas, además impide el crecimiento de bacterias dañinas como; la H Pylori, la Salmonella, y la E. Coli.
- Intolerancia a la lactosa: El kéfir contiene bacterias del ácido láctico que convierten la lactosa en ácido láctico, eso les permite a las personas intolerantes a la lactosa consumirlo sin mayores inconvenientes aún disuelto en leche. Aunque recuerda que puedes disolverlo en jugo de frutas, agua y hasta te.
- Contra el cáncer: Inhibe el crecimiento de células cancerosas, los pro bióticos reducen la formación de compuestos carcinógenos y así inhibe el crecimiento de tumores.
Interesante ¿verdad? Es probable que ahora tengas muchas ganas o curiosidad por probarlo, lo bueno es que puedes conseguirlo en supermercados y macrobióticas, aunque también puedes producirlo en casa.
Hazlo tú misma, así:
1 o 2 cucharadas de granos de Kéfir.
Un recipiente con tapa.
2 tazas de leche (cuánto más pura mejor)
Proceso de elaboración:
Debes poner los granos de kéfir en el recipiente y agregarle leche, tápalo y déjalo reposar de 12 a 36 horas.
Cuando veas que tiene una consistencia grumosa, cuélalo y listo.
Así de fácil tienes una bebida nutritiva, deliciosa y simple de preparar.
¡Provecho!