Comer sano es sinónimo de una salud envidiable que te haga complementar de forma extraordinaria lo trabajado en el entrenamiento. Dentro de este plan los entrenadores y nutricionistas nos hablan de un Cheat Meal, ¿Qué es eso y en que ayuda?.
El cheat meal es una comida trampa es algo así como una infidelidad a la comida saludable; es esa comida “full plomo” que hacemos de manera eventual y que se sale de nuestra dieta, pero que es necesaria y hasta recomendada cuando se lleva un estilo de vida donde la alimentación balanceada y el ejercicio son una prioridad. En este caso el metabolismo se acelera, se eleva la leptina, que es la hormona que nos hace sentir llenos o satisfechos, y se reduce la grelina, que es la encargada de estimular el apetito, de manera que disminuyen la ansiedad y los antojos.
Entonces, si cuidas tu alimentación, consumiendo en un 85% alimentos naturales, y además haces ejercicio de manera frecuente, hacer una o dos comidas trampa a la semana puede ayudarte a evitar el estancamiento, que a veces ocurre por ciertos cambios hormonales que se producen en tu organismo.
Nuestro cheat meal hace que tu cuerpo salga de su ambiente hormonal habitual, pues no está acostumbrado a recibir esa cantidad de carbohidratos y calorías en una sola comida, y al romperse esa homeóstasis o equilibrio, es cuando se logra una evolución.
También, la comida trampa ayuda a que la tiroides trabaje un poquito más de lo habitual, y a que ese extra de carbohidratos que estamos consumiendo se almacene en los músculos en forma de glucógeno, es decir, como energía. Otra de las cosas buenas de este tipo de comida es que mejora el estado de ánimo, porque si algo bueno tienen los carbohidratos es que elevan los niveles de serotonina.
Sin embargo, a pesar de que se recomiende hacer una comida de este tipo una o dos veces a la semana, hay que saber hacerlo, hay que tener en cuenta ciertos tips que nos permitan hacer de esa comida una aliada y no una enemiga en nuestra meta de perder peso, aumentar masa muscular y mejorar composición corporal.
El fitness no es blanco o negro, todo o nada, podemos darnos un gustito de vez en cuando, pero debemos saber medirnos y controlarnos para que podamos disfrutarlo y a la vez seguir progresando en nuestra meta fit.