“Y vivieron felices para siempre” o “hasta que la muerte los separe” son frases que en la actualidad parecen ser difíciles de alcanzar, o inalcanzables.
¿Qué pasa con las relaciones amorosas actuales? ¿Qué ha cambiado tanto que hace parecer que el amor es algo desechable? ¿Será acaso que el amor eterno realmente no existe?
En este artículo quizá no respondamos a esas interrogantes ni al montón que surgen a diario cuando vemos que las estadísticas de divorcios aumenta, pero sí queremos informarte de alguna variantes en las que hemos debutado con el pasar del tiempo; y que además se perfilan como principales responsables de, más relaciones desechables en lugar de amores perdurables a través del tiempo.
- Preparación para una relación de pareja: En la actualidad se antepone la comodidad a cualquier cosa, y esto incluye el amor. Es más simple terminar una relación que trabajar en ella, esto significa que no estamos lo suficientemente preparadas para ceder, llegar a acuerdos, sacrificar costumbres, momentos, cosas, tiempo. Simplemente no hay disposición a amar incondicionalmente.
- Confusión de lo que es el amor realmente: En la mayoría de las ocasiones estamos tan aburridas de la soledad que lo que realmente buscamos en alguien que nos de compañía y le aporte aventura a nuestra vida, una compañía temporal no proyectada para los momentos trascendentales de la vida. Esto no precisamente es amor.
- Priorizamos lo material: Estamos tan ocupadas en el afán de conseguir cosas materiales que, nos olvidamos de todo lo demás.
- Queremos resultados inmediatos: La moda de lo express nos ha hecho creer que el amor da resultados a la velocidad de la luz, cuando la madurez y los años son los que permiten verdaderamente trascender en una relación. Muchos han perdido la capacidad de esperar, de cultivar, inclusive algunos creen que no vale la pena.
- Impaciencia: En la actualidad creemos que es mejor reunirnos con muchas personas en lugar de conocerlas, nos hemos convertido en tacaños emocionales, queremos todo, no damos nada pero sí pretendemos tenerlo todo y exigimos lo mejor. Algo paradójico ¿no crees? Iniciamos relaciones esperando el mejor postor, en cuanto sale “algo que parece mejor” desechamos a quien ya estuvo ahí para nosotras.
- Dependencia tecnológica: Hemos sustituido la comunicación física por video llamadas, mensajes de texto, de voz, chats, cualquier cosa menos el contacto físico, pareciera que eso ya no importa, el tiempo juntos pareciera no ser necesario.
- Aburrirse es simple y rápido: No hay convicción de estar con una sola persona, creemos inclusive que no estamos hechos para eso, pensar en sentar cabeza nos aterroriza, rápidamente nos aburrimos de una misma pareja por eso es mejor buscar un mejor postor con frecuencia.
- Aceptamos vivir la libertad sexual: El vocabulario acerca del sexo se hizo tan amplio como casual, la gente empezó a separar el amor del sexo, cambiamos el hacer el amor por “sexo por una noche”, “amigos con derechos”, “relaciones libres”. Hacer el amor pareciera ser cosa de pocos, tontos o aburridos, eso pasó de moda.
- Amor a prueba de lógica: Todo debe tener sentido y explicación, relativizamos las relaciones, el amor incondicional, ese que nace del corazón dispuesto a superar las dificultades y que es a prueba del tiempo, pareciera no importar.
- Temores tras temores: Le tememos a todo, a nuevas relaciones, a decepciones, a que nos rompan el corazón, en fin nos gana el temor y el nos distancia de todo y de todos.
- No valoramos las relaciones: Estamos tan decepcionados de los demás, que no nos permitimos hacer conciencia acerca de aquellos que sienten amor real, por eso desechamos a los demás como si no valieran nada.
Relaciones relativizadas y la no disposición de lucha por construir a través del tiempo son el común denominador del desamor en la actualidad, quizá el tema principal es que no logramos ni siquiera valuarnos y amarnos a nosotras mismas, mientras esperamos que otros tomen la bandera de nuestra felicidad y nos hagan experimentarla.
Te invitamos a preguntarte ¿Crees que el amor es desechable? ¿Por qué?