Darle un teléfono inteligente o tablet a los niños para que se distraigan puede parecer una solución fácil, pero puede tener consecuencias importantes. A continuación, te contamos 5 razones por las que las tablets y los smartphones son la forma equivocada que calmar a los niños.
Interfiere con el sueño
Los teléfonos inteligentes tienen un potencial muy alto para interferir con el sueño de los usuarios. Existe amplia evidencia de que la luz no natural de las pantallas interrumpe la melatonina, una hormona que influye en el ciclo de sueño, causando problemas para dormir.
Siendo una de las columnas más importantes de la salud, la falta de sueño apropiado puede llevar a nuevos malestares y enfermedades.
Son adictivos
Aunque este fenómeno está más estudiado en adolescentes, no cabe duda de que los niños pequeños también son vulnerables. En adolescentes, un estudio demostró que pueden generar adicción e incluso pueden alterar la estructura de su cerebro. Esta adicción estaba asociada con un aumento en el neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico, o GABA.
Sin embargo, no es difícil darse cuenta de que los niños más jóvenes también pueden ser víctimas de esto. La mayoría de las aplicaciones están diseñadas para ser fáciles de navegar y adictivas, por lo que su uso excesivo puede llevar a la dependencia y a un problema mucho mayor del que había cuando le dimos el teléfono originalmente.
Incrementan el riesgo a la obesidad
Una investigación reveló que los niños que pasan más de cinco horas frente a un teléfono inteligente tenían un 43% más de probabilidades que sus compañeros de ser obesos. En este sentido, los teléfonos inteligentes tienen un efecto parecido al de un televisor.
Los niños suelen perder tiempo de calidad con sus padres por sus teléfonos
Esta va dirigida a los padres que usan teléfonos mientras cuidan a sus hijos. Los niños pequeños y los teléfonos son enemigos naturales que compiten por la atención de los padres, de acuerdo con los hallazgos publicados en child development.
Los resultados indicaron que mientras más padres prestaban atención a sus teléfonos, peor se comportaban los niños para llamar su atención.
Deteriora nuestra capacidad de atención
Un estudio determinó que los estudiantes universitarios presentaron un mejor rendimiento académico cuando estudiaron en una habitación en la que no tenían acceso al teléfono inteligente.
Si bien el fenómeno no aplicará exactamente de la misma manera en niños pequeños, ellos tienen una capacidad naturalmente menor para controlar sus impulsos que los adolescentes y adultos.