Este cheesecake es perfecto si quieres un postre clásico con un twist. Además, no lleva huevo. Sus ingredientes son sólo queso blanco, leche condensada y jugo de limón. No podrás dejar de cocinarla.
Esta clásica torta cheesecake lleva una base de galletas molidas de vainilla, de coco, de almendras o de tu preferencia. Esta receta no lleva horno lo cual la hace más fácil de hacer, simplemente se termina de asentar en la heladera o freezer y es deliciosa.
Ingredientes
Para la base
1 paquete de galletas de vainilla
50 g de sésamo blanco y negro tostado
50 g de manteca
Para la crema
400 g de queso crema
1 lata de leche condensada
300 cc de crema de leche
7 g de gelatina sin sabor
3 limones
Preparación
- Forrar la base de moldes individuales de 10 cm con la pasta apisonando bien y dejar en el freezer por media hora.
- Tostar las semillas de sésamo y procesarlas junto con las galletitas y la manteca derretida hasta obtener un arenado.
- Batir el queso crema con la leche condensada y el jugo de los tres limones hasta lograr una mezcla homogénea. Incorporar luego en forma envolvente la crema batida a medio punto y la gelatina previamente hidratada en agua y disuelta.
- Retirar los moldes del frío, volcar la preparación sobre la base de sésamo y esparcir en forma de lluvia sobre la superficie la ralladura de un limón.
- Volver al freezer por 2 horas como mínimo.