El matrimonio no es para cualquiera, se requiere de mucha determinación y convicción diaria para superar el día a día. Y no es porque el matrimonio sea feo o malo, simplemente es porque es una donación absoluta y en aras del bienestar del otro.
No existe matrimonio perfecto ni absolutamente feliz, la crisis es parte de este hermoso proyecto de vida, sin embargo existen acciones muy marcadas que podrían arruinar tu matrimonio de forma infalible.
Sabemos que no deseas arruinar tu enlace matrimonial, así que te decimos cuales son las seis actitudes o acciones que definitivamente te ayudarán a echar todo a perder.
- No tienen tiempo para reunirse con sus amigos: El tiempo solo para los esposos es tan importante como el tiempo individual. No pasa nada si de repente vas a una tarde de café entre amigas, o al cine, al salón de belleza o simplemente a comer un helado con una amiga, saca tiempo para ti esto sumará en tu relación personal.
- Minimizan el valor de las caricias: Si estás en un matrimonio que ha dejado de creer en el valor de las caricias, en el que se menosprecia el contacto físico y este se destina solo para ocasiones especiales: un aniversario, el cumpleaños o las vacaciones, estás perfectamente encaminada al fracaso. Es necesario sentirse deseada y atractiva.
- Influencia de malas amistades: Nadie dice que si te casas no debes tener amigos, lo que sí es una realidad es que debes cuidar el tipo de amigos que tienes ya que estos pueden influir en tu relación.
- No compartir tareas domésticas: El hecho de que las tareas domésticas recaigan en uno solo de los esposos genera rencores, que a largo plazo pueden dañar la relación. Colaborar en las labores domésticas es un asunto de empatía con la otra persona.
- No se acostumbran a conversar acerca de su relación: Es necesario que tomen tiempo para conversar de forma profunda acerca de su relación, no es simplemente preguntar ¿cómo estás? O ¿cómo te fue en el día? Las cosas trascendentales deben conversarse, con tiempo, en un espacio para eso.
- Viven como vecinos: Tienen en común los hijos y la casa pero no proyectos ni la vida misma. Esta actitud matará tu matrimonio tarde o temprano, así que debes buscar con urgencia algo que restaure la relación y que los involucre en algo en común.
Muchas veces no nos percatamos de los errores que cometemos, justamente porque se vuelven parte de la rutina.
Vale la pena analizar y analizarse, detectar y corregir a tiempo, es posible.