Los edulcorantes artificiales ofrecen un sabor dulce sin calorías, por lo tanto, se presentan como una respuesta efectiva para la pérdida de peso.
Un refresco de 400 ml endulzado con azúcar contiene aproximadamente 150 calorías, casi todas provenientes del azúcar. En cambio, un refresco endulzado con edulcorantes (dietético) también de 400 ml contiene cero calorías. La elección parece obvia.
La American Diabetes Association (ADA) y la American Heart Association (AHA), son cautelosos en cuanto al uso de edulcorantes artificiales en vez del azúcar para combatir el sobrepeso, la diabetes, etc.
Por otra parte, el doctor Dr. Christopher Gardner, profesor de medicina en la Universidad de Stanford en California, opina que el uso de edulcorantes no nutritivos podría ayudar a reducir el consumo de azúcares y por ende disminuir el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.
Pero si algo es una realidad, es que alrededor del mundo existe una preocupación generalizada acerca de si son seguros los edulcorantes artificiales o no.
Todos los edulcorantes artificiales no están hechos de lo mismo
La FDA hasta el momento ha aprobado 5 edulcorantes artificiales:
- Acesulfamo.
- Sacarina.
- Neotamo.
- Aspartamo.
- Sucralosa.
La FDA también aprobó un edulcorante natural el cual bajo en calorías; la Stevia.
La manera en que el organismo responde a estos edulcorantes es muy compleja.
Una preocupación existente es que las personas que utilizan edulcorantes artificiales pueden auto engañarse reemplazando las calorías no consumidas por medio de los edulcorantes con otras fuentes. Por ejemplo, la persona podría decir: “estoy tomando refrescos de dieta, así que está bien comerme un pastel”.
También es posible que las personas que se acostumbran a consumir edulcorantes empiecen a perder el gusto por las frutas y las verduras porque al ser los edulcorantes más potentes que el azúcar en cuanto a la capacidad de endulzar un alimento, esto puede limitar la tolerancia a los gustos más complejos.
Lo que significa que el uso de edulcorantes artificiales puede hacer que la persona evite alimentos nutritivos, abundantes y saludables. Mientras se acostumbra a consumir alimentos con sabores artificiales con menos valor nutricional.
Pero, ¿Realmente son seguros los edulcorantes artificiales?
Que los edulcorantes artificiales sean seguros o no depende de lo que la persona defina como seguro.
Los estudios de la FDA que han descartado el riesgo de cáncer en los edulcorantes se realizaron utilizando cantidades considerablemente más pequeñas de refrescos dietéticos que los 700 ml diarios consumidos generalmente por las personas.
En realidad no se sabe qué efecto podría tener grandes cantidades de estos químicos en el cuerpo al cabo de varios años.
También existen otros problemas de salud aparte del cáncer. En un estudio multiétnico de aterosclerosis, se concluyó que el consumo diario de bebidas dietéticas se asocia a un riesgo de 70% mayor de diabetes tipo 2 y un 40% mayor riesgo de síndrome metabólico.
¿Supuestamente no deberían ser estas enfermedades las que ayudarían a prevenir los edulcorantes artificiales? Algo contradictorio, ¿Verdad?
Entonces, ¿El azúcar es mejor?
Quizás el azúcar no sea tan malo después de todo. Todo depende si es refinada o natural.
Los alimentos ricos en azúcar natural, por ejemplo, la fruta entera, tienden a ser altamente nutritivos; altos en fibra, ricos en nutrientes y bajos en carga glucémica.
Por otra parte, el azúcar refinada y concentrada consumida en grandes cantidades aumenta de manera rápida los niveles de insulina y la glucosa en la sangre, eleva los mediadores inflamatorios, los triglicéridos y los radicales de oxígeno, aumentando así, el riesgo de diabetes, enfermedades crónicas y cardiovasculares.
La respuesta de si son seguros los edulcorantes artificiales o no puede ser algo contradictoria.
