Es muy habitual que en lo que a brasieres se refiere seamos de ideas fijas. Nos sentimos a gusto con un tipo específico y no nos arriesgamos a cambiar. Sin embargo, la realidad es que según el momento y la actividad que vayamos a realizar, podemos encontrar beneficios mayores a un tipo de brasier u otro. Si quieres descubrir las diferencias de llevar brasier con  varilla o sin varilla, ¡sigue leyendo!

Con varilla

Muchas los prefieren porque sienten que la sujeción es mayor, otras los detestan porque han escuchado que pueden dañar el pecho y desencadenar problemas. Lo cierto es que, si es de buena calidad, no hay ningún problema en utilizar sujetadores con varilla. Cada vez los aros tienden a ser más flexibles y, por lo tanto, más cómodos. Lo importante es que no se claven en las mamas y las recojan totalmente sin oprimirlas. Para que estás condiciones se cumplan es imprescindible que escojas la talla adecuada.

Sin varilla

Aunque suelen ser elegidos por las chicas que tienen menos pecho, en la actualidad existen diseños de más calidad que sujeta muy bien para cualquier talla. Son cómodos, por esa sensación de no llevar nada y también por su diseño. Otra de sus cualidades es que se notan mucho menos y se pueden llevar con casi todas las prendas. La clave para acertar, como siempre, es elegir la talla adecuada. Y si eres de las que jamás se ha planteado llevarlos, seguro que cambias de opinión al ver los que te dejamos a continuación.

Según la ocasión

Para terminar, te recomendamos que elijas el brasiere en función de la actividad que vayas a realizar. Por ejemplo, si vas a hacer deporte el sujetador sin aro será mucho más cómodo o si, por el contrario, vas a salir y quieres lucir escotazo con una forma más redondeada, el sujetador con aro te la proporcionará. En caso de que estés embarazada, el más recomendable será el brasiere sin varilla

Y tú, ¿con cuál te quedas? Nosotras con ambos, ¡todo depende del momento!