¿Ha escuchado hablar del virus Glosomanopeda? es común escuchar hablar de este como un virus que afecta a los bebés y a niños menores de 5 años, sin embargo ponga mucha atención porque los adultos no están excentos y las consecuencias en estos pueden ser graves.
El virus se trata de que se manifiesta en el cuerpo a través de un brote de ampollas parecidas a las de varicela, sin embargo la diferencia en este caso es que estas no respetan las plantas de los pies ni las palmas de las manos, en otras palabras el brote se da en cualquier parte del cuerpo.
En niños pequeños usualmente se manifiesta en primera instancia como vejigas en la boca, le siguen manos, brazos y si no se trata a tiempo abarca el cuerpo en general.
Es un virus cada vez más común y su peor característica es que su transmisión es sumamente fácil y se da por contacto (de persona a persona), por la falta de lavado de manos, por tocar superficies contaminadas con materia fecal, con la saliva de las personas infectadas o bien con sus secreciones respiratorias.
¿Cuáles son los síntomas?
Es una enfermedad sumamente solorosa y molesta entre sus síntomas se encuentran:
- Fiebre
- Falta de apetito
- Dolor de garganta y cabeza
- Irritabilidad
- Ampollas rojas muy dolorosas en la boca
- Ampollas o sarpillido rojo y doloroso en manos y pies.
Se conoce como síntomas iniciales dolor de garganta y fiebre razón por la cual es muy común que las mamás confundan la enfermedad con un inicio de gripe o resfrío.
La población en mayor riesgo son los bebés, así como los niños menores de años, justamente porque suelen llevarse a la boca todo lo que encuentran, los centros educativos y guarderías son los principales focos de infección.
Aún así es importante destacar que los adultos no están excentos a la enfermedad ya que debemos recordar que es sumamente contagiosa.
La enfermedad no se cataloga aún como “sumamente pelogrosa”, sin embargo si es sumamente y molesta y dolorosa, una vez detectada suele tener un período de recuperación que va entre 7 y 10 días.
La recomendación es que durante el período de recuperación los niños tengan ingesta de calorías (no tanto nutricional) ya que las ampollas les impiden digerir comida como es usual, y el consumo de mucho líquidos y productos fríos como helados, gelatinas, jugos además este tipo de alimentación les ayudará a mantener la energía.
Si usted detecta que su hijo empieza un brote de este tipo es importante que acuda de inmediato al médico, ya que es el único que puede brindarle un tratamiento para evitar la propagación del virus.
En cuanto a la prevención, únicamente podría destacarse insisitir en inculcar el lavado de manos constante con abundante agua y jabón, desinfección de juguetes, aseo personal, uso de alcohol en gel.
En caso de detectar el contagio es sumamente importante que los niños no asistan a centros educativos para evitar la propagación del contagio, asegurarse de que un médico les de el tratamiento adecuado para detener el virus, mucha hidratación, así como paciencia, empatía y los chineos de mamá.
Es una enfermedad muy dolorosa y molesta, por eso es necesaria en grandes cantidades la paciencia, el amor de mamá, el reposo y la empatía.
Recuerda la hidratación y la ingesta calórica. Ahora que ya conoces los síntomas presta mucha atención y al más mínimo brote que presente tu hijo no dudes en acudir al médico, cuanto antes se detecte el virus, menor podría ser la irritación.